El suelo radiante es un sistema de refrigeración capaz de cumplir la doble función de calentar y refrescar. Se puede instalar tanto en casas particulares como en espacios de trabajo o comerciales, en obra nueva o mediante una reforma. Es una forma eficiente de calentar estancias de manera uniforme.
Suelo radiante
Este sistema está conformado por tuberías que aportan un gran control de la temperatura de la vivienda o local comercial. Conocer su funcionamiento, ventajas y los elementos necesarios para su instalación, puede ayudarte a decidirte.
Funcionamiento
Los suelos radiantes cuentan con un funcionamiento sencillo y doble. A través del sistema de tuberías instalado bajo el suelo circula agua a diferentes temperaturas que realiza un intercambio térmico gracias a la radiación. Puede calentar o refrescar el ambiente:
- Calentar: El agua circula a un máximo de 40 grados centígrados por las tuberías, esto provoca que el suelo esté a un máximo de 29 grados y el calor se transfiere por radiación al conjunto del espacio.
- Refrescar: En este caso, el agua circula a un mínimo de 16 grados que se regula gracias a un sistema digital con el objetivo de evitar la condensación.
Ventajas
Este método de calefacción cuenta con múltiples ventajas:
- Eficiencia energética : Este sistema trabaja con una temperatura del agua inferior a otros como los radiadores, esto requiere un menor consumo para calentarla. Además, al calentar del suelo al techo a lo largo de toda la estancia necesita menos energía para cumplir su función.
- Confort: El calor se transfiere a lo largo de los objetos y las diferentes estructuras, esto evita la aparición de corrientes. Gracias a ello, el ambiente es más acogedor.
- Distribución uniforme: Todo el suelo dispone del sistema de tuberías, permitiendo una distribución uniforme que elimina los puntos fríos o calientes de los sistemas localizados como los radiadores o el aire acondicionado.
- Espacio diáfano: El sistema está oculto bajo el suelo sin tener ningún tipo de impacto visual u ocupar espacio útil de la estancia.
- Combinación con renovables: La aerotermia o la geotermia son dos posibles fuentes de alimentación para este sistema. Al emplearlos conseguirás aumentar el ahorro energético y monetario, contribuyendo a la sostenibilidad y la reducción de la huella de carbono.

Instalación
Llevar a cabo su instalación es una tarea que requiere a profesionales cualificados y con experiencia.
Para su funcionamiento se necesitan cuatro elementos básicos:
- Generador: es la fuente que suministra la temperatura al agua, puede ser una caldera tradicional o nuevos sistemas como la geotermia o aerotermia.
- Colector: Es el responsable de separar las diferentes zonas y controlar el caudal.
- Panel de control: Es el sistema electrónico que regula las temperaturas y programa el funcionamiento.
- Sistema de tuberías: Se encargan de la distribución del agua por las diferentes estancias con los materiales necesarios para su correcto funcionamiento.
El sistema de tuberías requiere de una serie de pasos para su correcta instalación. El trabajo empieza en el forjado sobre el que se coloca un film plástico antihumedad y un panel aislante que evita que el calor circule hacia abajo. Para completar la estructura inicial se coloca la banda zócalo que rodea toda la estancia.
En este punto se coloca la tubería, preferiblemente con un diseño en espiral doble, aunque si el espacio lo impide se puede recurrir al serpentín. Para completar el trabajo se emplea un mortero con unos aditivos específicos y se remata el trabajo con el revestimiento exterior.
Apostar por el suelo radiante como sistema de refrigeración en tu hogar te permite disfrutar de un método eficiente y confortable que cuenta con múltiples ventajas . Además, su instalación puede realizarse tanto en obra nueva como con una reforma y puede combinarse con fuentes de alimentación respetuosas con el entorno. No dudes en contactar con nosotros vía correo electrónico para más información.